lunes, 13 de agosto de 2007

Aunque tu no lo sepas...

Esta es una carta como cualquiera de las que recibirás hoy o cualquier día, con la diferencia de que esta es una carta mia, y eso la hace especial (por lo menos para mi) porque nadie te escribirá lo que yo te escribo (aunque pensándolo bien, yo tampoco escribiré lo que las demás personas te escriben). Originalmente esta era una carta de saludo, pero desgraciadamante no lo es. Así que no te escribo para saludarte, en todo caso la próxima vez que nos veamos te saludaré y así no ahorramos el contenido de esta carta. Después la carta iba a preguntarte ¿cómo estás? pero tampoco es el caso. Y no porque no me interese, sino porque se que estas bien, si no fuese así ya me hubiera enterado, y si diera la casualidad de que no estás bien y no quieres que me entere, pues tu razones has de tener y las respeto. Después la carta iba a preguntarte acerca de tu familia, pero caía en la solemnidad, y francamente esa señora (la solemnidad) nunca me ha caido del todo bien, así que mejor la dejamos sola y amargada como debe ser. En fin, como ves no es tan fácil escribir una carta, simplemente el tema (o la excusa) es algo que debe meditarse y tomarse con seriedad. De cualquier manera esa no es razón para dejar de escribir cartas, que aunque sean electrónicas, no por eso son menos especiales (sobretodo si las escribo yo o cualquiera), ya que al fin de cuetas todos tenemos algo que decir, aunque nunca sepamos como.

V.A.


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