jueves, 16 de agosto de 2007

Del sendero de la mano izquierda (sólo unos fragmentos)

Se llama en las tradiciones orientales, senderos de la mano izquierda -por contraposición a los de la mano derecha, que son los ortodoxos y reservados al común de los mortales- a todos los gnosticismos y vías de perfección heterodoxos, que proponen la transgresión del discurso de valores dominantes frente a la integración en él. Es el camino de Dioniso, de Shiva y del tantra, estrictamente reservado a los héroes, a los guerreros, a los rebeldes, a los herejes...

Los senderos de la mano izquierda y los de la mano derecha persiguen la fusión con el Absoluto -cada cual a su manera- y se juntan en el infinito. (Fernando Sánchez Dragó)

  • Para empezar, y por si acaso, ríete de todo, porque nada importa nada.
  • Sonríe siempre, incluso cuando hables por teléfono. La sonrisa se nota en la voz.
  • No creas en nada, no creas a nadie. Verifica personalmente lo que se te dice.
  • Nunca te plantees problemas antes de que los problemas se planteen.
  • Vive de día.
  • Duerme más de cinco horas y menos de ocho, pero no pongas nunca el despertador.
  • No fumes.
  • No permitas que fumen cerca de tí.
  • Bebe vino.
  • Da a tu prójimo más de lo que espera y no esperes tú absolutamente nada a cambio.
  • Telefonea todos los días a tu madre.
  • Recuerda que el mejor amigo de un hombre es su padre.
  • No juzgues a las personas por sus parientes.
  • No digas nunca te amo sin que sea verdad.
  • No ames apasionadamente. La pasion, sea cual sea su objeto, es una enfermedad grave.
  • No confundas el sexo con el amor.
  • No confundas el amor con el sexo.
  • No tengas celos. Recuerda que nadie pertenece a nadie.
  • Añora, reivindica y practica la libertad de costumbres. Y, sin embargo, recuerda que tu libertad termina donde empieza la libertad del prójimo.
  • No escuches nunca lo que dicen de ti ni, si te enteras, te inquietes por ello.
  • Hay siempre más cosas bajo la bóveda de los cielos de las que percibe tu filosofía.
  • Aprovecha el impulso del enemigo.
  • Apaga y lee.
  • Sé un emboscado. Actúa desde la sombra. Procura pasar inadvertido.
  • No seas tolerante. Sé respetuoso.
  • Sé guerrero.
  • No te encastilles en posiciones conquistadas. Abandónalas y conquista otras que también abandonarás. El mundo es tuyo.
  • Ten siempre a tu disposición un ámbito estríctamente personal al que nadie tenga acceso sin tu permiso.
  • Cada fracaso es una senda que se abre, un telón que se levanta, una oportunidad que se te brinda.
  • Las crisis son etapas necesarias en el proceso de la existencia. Aprovéchalas para crecer, no para lo contrario.
  • Haz lo que quieras.
  • Rompe rutinas.
  • Y sin embargo, lleva una vida ordenada.
  • Desconfía, en principio, de quienes piden en el restaurante un filete con patatas fritas. No se sale de casa, digo yo, para comer lo mismo que comemos en ella.
  • No utilices tu coche dentro de las ciudades.
  • No abortes.
  • Muere en tu casa rodeado por los tuyos o a la intemperie y con las botas puestas.
  • No ahorres por ahorrar, aunque sí para alcanzar un objetivo concreto.
  • Haz las cosas por ellas mismas, no por sus frutos.
  • Jamás te olvides de que el dinero lo destruye todo. No te enriquezcas. No juegues a la Bolsa. No consumas. Aborrece el lujo.
  • Sé humilde.
  • Transgrede, rompe tabúes, adéntrate en lo desconocido.
  • No tengas miedo. No hay nada que temer. Haz lo que temes y el temor desaparecerá.
  • No te burles de los sueños ajenos.
  • No pierdas una amistad a causa de una disputa.
  • La música de las esferas y la banda sonora de tu interior es el silencio.
  • Aprende de memoria tus poemas favoritos.
  • No alteres el curso de la naturaleza.
  • Recuerda que el hombre es, fundamentealmente, eso: naturaleza. No caigas en la trampa de creer que somos hijos de la historia.
  • Descálzate antes de entrar en tu casa o en las casas que visitas.
  • Si en tu habitación entra un mosquito, échalo o vete tú.
  • Evoluciona, pero no revoluciones.
  • ¿Derechos humanos? ¡Deberes humanos!
  • No seas de derechas, de izquierdas, ni de centro.
  • No seas igualitarista. Nadie es igual a nadie. Todos somos individuos.
  • No trates a todo el mundo de tú. Acata jerarquías.
  • Busca aliados.
  • Desconfía de los políticos.
  • Procura que no te quieten el sol.
  • Automedícate con prudencia, da un amplio margen de confianza a los homeópatas y naturistas, y acude sólo a la medicina alopática y quirúrgica en casos extremos.
  • Sé activo, muévete, trabaja, camina, sube, desciende, copula, pero ten cuidado con el deporte.
  • No tomes alimentos transgénicos. No tomes, en la medida de lo posible, antibióticos, ni corticoides, o tómalos en situaciones extremas.
  • Medita. Reza. Ayuna.
  • No sientas admiración por la tecnología.
  • Procura estar siempre a la altura de tu edad, pero no envejezcas.
  • Haz las cosas a mano.
  • Viaja, pero no por la red. Recuerda que lo virtual es lo contrario de lo real y que, en consecuencia, la readlidad virtual es un absurdo, un imposible, una ilusión.
  • No viajes nunca desde algo ni hacia algo, sino a través de algo.
  • Viaja a solas o, en el peor de los casos, si así lo exige tu ley, llévate como compañero de viaje a una persona del otro sexo.
  • No le digas tu canción sino a quien contigo va.
  • Reivindica el derecho a contradecirte.
  • Reivindica el derecho a irte.
  • Vive cada minuto como si fuera el último de tu existencia.
  • ¿Transformar la sociedad? Quita, quita... Transformar, en todo caso, al individuo. Empieza por tí.
  • Recuerda además, que lo que no hagas ahora no lo harás nunca.
  • Cuando no sepas qué hacer, sé como un niño.
  • Diga lo que diga el diccionario, no basta con ser mujer u hombre para ser persona.
  • Construye tu alma.
  • Recuerda que en la rosa de los vientos de la vida existe el norte. La conciencia será tu brújula.
  • Recuerda el segundo y último mandamiento délfico: nada en exceso.
  • Y por último, no te fíes de mí. No sigas al pié de la letra estos consejos. Selecciónalos, acomódalos y, sobre todo, verifícalos.

1 comentario:

Morgenrot dijo...

Y sobre todo
No te salves