Se llama en las tradiciones orientales, senderos de la mano izquierda -por contraposición a los de la mano derecha, que son los ortodoxos y reservados al común de los mortales- a todos los gnosticismos y vías de perfección heterodoxos, que proponen la transgresión del discurso de valores dominantes frente a la integración en él. Es el camino de Dioniso, de Shiva y del tantra, estrictamente reservado a los héroes, a los guerreros, a los rebeldes, a los herejes...
Los senderos de la mano izquierda y los de la mano derecha persiguen la fusión con el Absoluto -cada cual a su manera- y se juntan en el infinito. (Fernando Sánchez Dragó)- Para empezar, y por si acaso, ríete de todo, porque nada importa nada.
- Sonríe siempre, incluso cuando hables por teléfono. La sonrisa se nota en la voz.
- No creas en nada, no creas a nadie. Verifica personalmente lo que se te dice.
- Nunca te plantees problemas antes de que los problemas se planteen.
- Vive de día.
- Duerme más de cinco horas y menos de ocho, pero no pongas nunca el despertador.
- No fumes.
- No permitas que fumen cerca de tí.
- Bebe vino.
- Da a tu prójimo más de lo que espera y no esperes tú absolutamente nada a cambio.
- Telefonea todos los días a tu madre.
- Recuerda que el mejor amigo de un hombre es su padre.
- No juzgues a las personas por sus parientes.
- No digas nunca te amo sin que sea verdad.
- No ames apasionadamente. La pasion, sea cual sea su objeto, es una enfermedad grave.
- No confundas el sexo con el amor.
- No confundas el amor con el sexo.
- No tengas celos. Recuerda que nadie pertenece a nadie.
- Añora, reivindica y practica la libertad de costumbres. Y, sin embargo, recuerda que tu libertad termina donde empieza la libertad del prójimo.
- No escuches nunca lo que dicen de ti ni, si te enteras, te inquietes por ello.
- Hay siempre más cosas bajo la bóveda de los cielos de las que percibe tu filosofía.
- Aprovecha el impulso del enemigo.
- Apaga y lee.
- Sé un emboscado. Actúa desde la sombra. Procura pasar inadvertido.
- No seas tolerante. Sé respetuoso.
- Sé guerrero.
- No te encastilles en posiciones conquistadas. Abandónalas y conquista otras que también abandonarás. El mundo es tuyo.
- Ten siempre a tu disposición un ámbito estríctamente personal al que nadie tenga acceso sin tu permiso.
- Cada fracaso es una senda que se abre, un telón que se levanta, una oportunidad que se te brinda.
- Las crisis son etapas necesarias en el proceso de la existencia. Aprovéchalas para crecer, no para lo contrario.
- Haz lo que quieras.
- Rompe rutinas.
- Y sin embargo, lleva una vida ordenada.
- Desconfía, en principio, de quienes piden en el restaurante un filete con patatas fritas. No se sale de casa, digo yo, para comer lo mismo que comemos en ella.
- No utilices tu coche dentro de las ciudades.
- No abortes.
- Muere en tu casa rodeado por los tuyos o a la intemperie y con las botas puestas.
- No ahorres por ahorrar, aunque sí para alcanzar un objetivo concreto.
- Haz las cosas por ellas mismas, no por sus frutos.
- Jamás te olvides de que el dinero lo destruye todo. No te enriquezcas. No juegues a la Bolsa. No consumas. Aborrece el lujo.
- Sé humilde.
- Transgrede, rompe tabúes, adéntrate en lo desconocido.
- No tengas miedo. No hay nada que temer. Haz lo que temes y el temor desaparecerá.
- No te burles de los sueños ajenos.
- No pierdas una amistad a causa de una disputa.
- La música de las esferas y la banda sonora de tu interior es el silencio.
- Aprende de memoria tus poemas favoritos.
- No alteres el curso de la naturaleza.
- Recuerda que el hombre es, fundamentealmente, eso: naturaleza. No caigas en la trampa de creer que somos hijos de la historia.
- Descálzate antes de entrar en tu casa o en las casas que visitas.
- Si en tu habitación entra un mosquito, échalo o vete tú.
- Evoluciona, pero no revoluciones.
- ¿Derechos humanos? ¡Deberes humanos!
- No seas de derechas, de izquierdas, ni de centro.
- No seas igualitarista. Nadie es igual a nadie. Todos somos individuos.
- No trates a todo el mundo de tú. Acata jerarquías.
- Busca aliados.
- Desconfía de los políticos.
- Procura que no te quieten el sol.
- Automedícate con prudencia, da un amplio margen de confianza a los homeópatas y naturistas, y acude sólo a la medicina alopática y quirúrgica en casos extremos.
- Sé activo, muévete, trabaja, camina, sube, desciende, copula, pero ten cuidado con el deporte.
- No tomes alimentos transgénicos. No tomes, en la medida de lo posible, antibióticos, ni corticoides, o tómalos en situaciones extremas.
- Medita. Reza. Ayuna.
- No sientas admiración por la tecnología.
- Procura estar siempre a la altura de tu edad, pero no envejezcas.
- Haz las cosas a mano.
- Viaja, pero no por la red. Recuerda que lo virtual es lo contrario de lo real y que, en consecuencia, la readlidad virtual es un absurdo, un imposible, una ilusión.
- No viajes nunca desde algo ni hacia algo, sino a través de algo.
- Viaja a solas o, en el peor de los casos, si así lo exige tu ley, llévate como compañero de viaje a una persona del otro sexo.
- No le digas tu canción sino a quien contigo va.
- Reivindica el derecho a contradecirte.
- Reivindica el derecho a irte.
- Vive cada minuto como si fuera el último de tu existencia.
- ¿Transformar la sociedad? Quita, quita... Transformar, en todo caso, al individuo. Empieza por tí.
- Recuerda además, que lo que no hagas ahora no lo harás nunca.
- Cuando no sepas qué hacer, sé como un niño.
- Diga lo que diga el diccionario, no basta con ser mujer u hombre para ser persona.
- Construye tu alma.
- Recuerda que en la rosa de los vientos de la vida existe el norte. La conciencia será tu brújula.
- Recuerda el segundo y último mandamiento délfico: nada en exceso.
- Y por último, no te fíes de mí. No sigas al pié de la letra estos consejos. Selecciónalos, acomódalos y, sobre todo, verifícalos.
1 comentario:
Y sobre todo
No te salves
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